Hace quince días el Diario el Mundo ofrecía un reportaje con entrevista a cinco de los doce ministros de Franco que todavía viven, y entre ellos, a D. José Luis Villar Palasí, quien fuere Ministro de Educación. Debo decir que Villar Palasí, a quien no conozco personalmente, sí le he conocido “materialmente” pues he disfrutado y aprendido enormemente de su obra y estilo, además de impresionarme su figura que supone la reencarnación de Leonardo da Vinci por sus múltiples dimensiones, no limitadas al Derecho Administrativo. Así, con ocasión del día 6 de Diciembre en que se celebra la Constitución, me parece oportuno glosar su figura por haber mantenido tanto en el régimen preconstitucional como posteriormente, una mentalidad joven para comprender los cambios jurídicos, y aportar sensatez y erudición a la masa multiforme en que se ha convertido el Derecho Administrativo.
1. A modo de resumen, el citado reportaje de El Mundo (21/11/10) glosaba su figura así:
“ José Luis Villar Palasí es un prodigio de aspecto y ligereza para sus 88 años. Será, quizá, porque hace mas de 30 años practicó deportes orientales y presume de ser sexto dan de judo, tercero de karate y primero, porque solo hay uno, de aikido. Políglota también por hobby, habla coloquialmente japonés y lleva 30 años con el chino. Sobre idiomas europeos, mejor no preguntar. – Se dice que habla una docena de idiomas- Ministro de Educación Nacional (1968-73), es letrado del Consejo de Estado y Catedrático de Derecho Administrativo”.
Como lo oyen ( o leen): karateka y políglota…¿Un Catedrático de Derecho Administrativo?. Como decía el torero Lagartijo, “hay gente pa´todo”.
2. Así, como un moderno fénix de los ingenios, el profesor Villar Palasí ha coleccionado oposiciones ( Letrado del Consejo de Estado, Letrado del Instituto Nacional de Previsión, Profesor numerario de la Escuela de Administración Pública, Catedrático de Derecho Administrativo) ostentado numerosos cargos públicos (Ministro de Educación, Presidente del CSIC, etc), provocado cambios en la sociedad española ( padre de la Ley General de Educación de 1970) y publicado infinidad de libros y artículos doctrinales, siendo llamativos algunos títulos tan sugerentes como atípicos: Mito y realidad de las disposiciones aclaratorias (1965) “ Teoría de las Normas y Grupos Normativos” (1972), Tópica y lógica ( 1975), Ley de Morgan (1985), El Derecho a la certidumbre jurídica y la incertidumbre de nuestro Derecho (1993), Técnicas Remotas del Derecho Administrativo (2001), etc.
3. Su estilo es inconfundible – e invito a los lectores a asomarse a cualquiera de sus artículos, repletos de citas filosóficas, mundanas, clásicas, literarias, jurídicas, económicas y filológicas, entre otras- tal y como lo ha descrito el agudísimo Alejandro Nieto en el Homenaje a la REDA en la Colección de Estudios Administrativos (INAP, 1983, p.237):
“ En las obras de Villar hay un tal embarras des richesses, que no siempre consigue el autor evitar que se le desborden las ideas, las citas, las sugerencias. Pero este modo de escribir no cansa, antes bien estimula, y más en una disciplina que no suele caracterizarse por su brillantez. Aquí hay un chisporroteo constante de ideas, una tensión intelectual, una erudición fascinante, que constituye un placer insólito. Puede perdonársele, pues, la carencia de un sistema riguroso, con el que otros intentan a veces cubrir la vaciedad de contenido. Nadie busque en Villar respuestas seguras ( y probablemente falsas) a sus problemas. Esto no es lo suyo, sino excitar la imaginación y demostrar que el Derecho también puede ser un arte”.
4. Imposible resulta aprisionar un huracán con una fotografía, por lo que me limitaré, con el tono divulgativo de este blog, a indicar su temprano – pero curiosamente actual- alegato por la justicia cuando afirmó:
“ Liberemos a la justicia del desaforado decisionismo inmotivado, pues la misión del juez es decidir una contienda, pero no por un acto volitivo, sino por un acto valorativo. La decisión está en los hechos y en el Derecho, pero durmientes, como lo está la estatua en el bloque de mármol. No todo juez puede ser un Fidias, pero todos tienen la misión sagrada de extraer la solución justa de ese conglomerado, frecuentemente confuso de hechos, pruebas, Derecho y razonabilidad del fallo” ( Una visión tópica de la tópica, 1981).
5. Su figura puede completarse con algunas de las líneas que nuestro admirado Maestro D. Eduardo García de Enterría le dedicó en el prólogo al Libro Homenaje al profesor Villar Palasí (Civitas, S.A, 1989) :
“ Su originalidad y su amplitud de radio han marcado capítulos enteros del Derecho Administrativo contemporáneo, cuyo inicio puede quizá marcarse con la aparición de la Revista de Administración Pública. Sus amigos y discípulos debemos, pues, mucho a José Luis Villar y nos enorgullece proclamar ahora nuestra deuda. Pero también nos complace recordar su sencillez, su bondad, su afabilidad, su disposición generosa, sus grandes cualidades personales. Nuestro vínculo con él no es, pues, sólo científico; es también personal y, por tanto, definitivo, no sujeto a mutación como puede serlo una doctrina o una teoría”.
6. En fin, que mas allá de su vertiente jurídico-administrativa, harto notoria, a Sevach le interesaba resaltar como Ciencia, Deporte, Humanismo y Humanidad no están reñidos… con la vitalidad, pasada y actual ….¡¡ Larga vida y suerte,D.José Luis!!