El 22 de Febrero de 1939 fallecía el poeta Antonio Machado y bien está que los juristas le hagamos un sencillísimo homenaje mediante el recuerdo de algunas de las pinceladas de sensatez que puso en boca de Juan de Mairena ( heterónimo ficticio de tan gran poeta) y que cobran actualidad como brújula para reconducir nuestro errático Derecho Público. Saboreemos estas breves perlas pues el fin de semana bien está para la reflexión, el recuerdo y sobre todo para convalidar la falta de tantas lecturas obligadas debido a la angustiosa curvatura del tiempo disponible que provoca la profesión jurídica.
1. El personaje Juan de Mairena de la obra del mismo nombre (1936), profesor que enseña a sus alumnos a bien razonar, resulta muy clarividente con sus sentencias y consejos que bien pueden extrapolarse para el mundo jurídico.
PARA POLÍTICOS ZASCANDILES
♣ ”Decía mi Maestro Abel Martín que un hombre público que queda mal en público es mucho peor que una mujer pública que no quedaba bien en privado. Bromas apare -añadía- reparad en que no hay lío político que no sea un trueque, una confusión de máscaras, un mal ensayo de comedia, en que nadie sabe su papel.
Procurad, sin embargo, los que vais para políticos que vuestra máscara sea, en lo posible, obra vuestra; hacerosla vosotros mismos, para evitar que os la pongan- que os la impongan- vuestros enemigos o vuestros correligionarios, y no la hagáis tan rígida, tan imporosa e impermeable que os sofoque el rostro, porque, más tarde o más temprano, hay que dar la cara”.
♣ ”Se miente mas que se engaña; y se gasta mas saliva de la necesaria…”
PARA LEGISLADORES FRENÉTICOS Y/O BARROCOS
♦ ” De cada diez novedades que se intentan, más o menos flamantes, nueve suelen ser tonterías; la décima y última, que no es tontería, resulta, a última hora, de muy escasa novedad”
♦ ”—Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: «Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa».
El alumno escribe lo que se le dicta.
—Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético.
El alumno, después de meditar, escribe: «Lo que pasa en la calle».
Mairena. —No está mal”.
” La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.”
PARA JURISTAS ENREDADORES Y SOFISTAS
“No hay regla sin excepción, se dice”. ¿Es cierto? Yo no me atrevería a asegurarlo. De todos modos, si esta afirmación contiene verdad, será una verdad de hecho, que no satisface plenamente a la razón. “Pero toda excepción se añade confirma la regla”. Cierto que si toda excepción lo es de una regla, donde hay excepción hay regla, y quien piensa la excepción piensa también la regla. Esto ya es una verdad de razón, es decir de Pero Grullo, mera tautología que nadie nos enseña. Hasta aquí el sentido común. Y de aquí en adelante el trabajo ingenioso de la tontería humana.
1º. Si toda excepción confirma la regla, una regla con excepciones sería más regla que una regla sin excepciones, a la cual faltaría la excepción que la confirmase.
2º. Tanto más regla será una regla cuanto más abunde en excepciones.
3º. La regla ideal sólo contendría excepciones.
Continuar por razonamientos encadenados, hasta alcanzar el ápice o el vórtice de vuestro ingenio. “
PARA ABOGADOS CON SENTIDO COMÚN
”En la gran ruleta de los hechos es difícil acertar, y quien juega suele salir desplumado. En la rueda mas pequeñita de las razones, con unas cuantas preguntas, se hace saltar la banca de las respuestas. Por eso damos nosotros tanta importancia a las preguntas. En verdad, ésa es la moneda que vuelve siempre a nuestra mano. Nuestro problema es averiguar si esa moneda puede a última hora servirnos para algo”.
PARA RECORDAR QUE JURISPRUDENCIA QUIZÁS VIENE DE ” PRUDENCIA DE JUICIO”
”De suerte que ni el porvenir está escrito en ninguna parte, ni el pasado tampoco. Yo no digo esto para que os burléis de los historiadores, que siempre merecerán nuestro respeto, sino para que seáis más indulgentes con sus errores. También habéis de pitorrearos de los profetas; porque la pretensión de ver lo futuro no es mucho más usuaria que la jactancia de conocer lo pasado, en la cual todos hemos alguna vez incurrido. Me diréis que, de lo pasado, siempre podremos afirmar algo con relativa seguridad, y que el hecho de que Bruto matase a César parece cosa bastante más firme y averiguada que lo que sería el hecho contrario, a saber: que César hubiera podido matar a Bruto. En eso tenéis razón. Pero ¡qué poca cosa es saber que Bruto mató a César! Porque cuándo, cómo -exactamente- y aun las circunstancias más nimias que concurrieron en aquel magnicidio, son cosas que estaremos averiguando hasta la consumación de los siglos…”
PARA LOS PROFESORES Y PATERFAMILIAS
” Era Mairena – no obstante su apariencia seráfica- hombre, en el fondo, de malísimas pulgas.
A veces recibió la visita airada de algún padre de familia que se quejaba, no del suspenso adjudicado a su hijo, sino de la poca seriedad del examen. La escena violenta, aunque
también rápida, era inevitable.
- ¿Le basta a usted ver a un niño para suspenderlo? – decía el visitante , abriendo los brazos en ademán irónico de asombro admirativo.
Mairena contestaba, rojo de cólera y golpeando el suelo con el bastón:
- Me basta ver a su padre…”
Este episodio me recuerda la viñeta que subí en un reciente post.
2. Se nota que Don Antonio, con un padre abogado y un abuelo Catedrático, heredó una visión crítica de la realidad. Y como anécdota final para los tiempos de codicia de poder que corren, bien está recordar que fue elegido en 1927, sin haberlo solicitado, miembro de la Real Academia de la Lengua, y sin embargo no tomó posesión del cargo.
3. Con este sencillo homenaje, completo la trilogía que arrancó del post, Poesía y burocracia no cabalgan juntos, y que culminó con mi atrevimiento de hacer un Poema sobre la receta para la Administración Pública en Poesía y crisis del poder público