A través del honorable nieto de D. Eduardo, recibo con trémula emoción unas palabras deliciosas del propio homenajeado sobre el reciente post relativo a la felicitación retroactiva de su 86 cumpleaños, que demuestran su proverbial caballerosidad, y enorme talla moral. Dado que su agradecimiento se hace extensivo a los que formulasteis comentarios en la web, justo es que comparta con vosotros lo que nuestro admirado profesor me ha transmitido. Momentos así justifican la existencia de este Blog, humanizan el Derecho Administrativo y nos dan una lección de cómo afabilidad y ciencia pueden cabalgar juntos.
1. Ahí tenéis literalmente las palabras del Maestro:
Querido amigo, José Ramón Chaves,
Con enorme sorpresa me transmite mi nieto una felicitación con efectos retroactivos, me dice que por medio de un “blog” o “bitácora”, por mi ya largo cumpleaños. Me apresuro a darte las gracias más expresivas. Aunque no nos conozcamos, sé que compartimos pasión y profesión jurista a través de esta bella rama del derecho.
Todos los nombres, tras los cuales se encubre, sin duda, un sorprendente e inesperado conjunto de amigos que eran hasta ahora mismo desconocidos para mi, me dispensan, con generosidad que me emociona, un trato privilegiado de amistad y estima a la que soy muy sensible. Te ruego que se lo transmitas así a los que han utilizado un pseudónimo impenetrable.
De verdad muchas gracias por esa felicitación y las palabras que la acompañan. Dios os premie tanta generosidad y afecto.
Quedo a vuestra disposición, con mi amistad y un abrazo muy cordial.
Eduardo García de Enterría
2. En fin, no creo que tales palabras merezcan glosa alguna. ¿Se escuchan mis ronroneos placenteros?.